La selectividad o Evaluación de Acceso a la Universidad (EVAU) tiene un propósito claro: poder acceder a los estudios de las diferentes universidades españolas. Los estudiantes pasan por esta prueba y, cuando por fin terminan, tienen que plantearse qué van a hacer con sus vidas académicas si no lo saben ya.
Sacar nota es primordial en estos exámenes, al menos si se quiere estudiar una carrera de alta demanda como Medicina. A veces no nos da la nota para la carrera o universidad que queremos y decidimos presentarnos a selectividad, en cualquiera de sus nombres (PAU, EBAU, EVAU, PEBAU, ABAU), de nuevo al año siguiente. O puede que entremos en un Grado y nos demos cuenta de que no nos gusta nada. ¿Ahora qué? ¿Tengo que volver a hacer selectividad?
Lo bueno de esta prueba de acceso a la universidad es que gran parte de la nota se guarda de manera indefinida, y sólo una pequeña parte se “pierde” después de dos años.
Las fases de selectividad
Para calcular tu nota en selectividad, tienes que tener en cuenta 3 factores:
- La nota media de bachillerato. Esto supone el 60% de la nota, es decir, tienes que multiplicar la nota por 0.6. Si tu media de bachillerato es un 8.5, por ejemplo, ya tendrás asegurado un 5.1 en selectividad (8.5×0.6 = 5.1). Sí, puedes aprobar la EVAU sólo con la media de dos cursos. Esta nota es definitiva y para siempre.
- La nota de la fase general de selectividad. Esta fase consiste en 4 o 5 exámenes dependiendo de la comunidad autónoma. Cuenta un 40% de la nota de selectividad, es decir, tienes que multiplicar la media por 0.4. Imagina que has sacado las siguientes calificaciones:
- Inglés: 8
- Matemáticas: 5
- Historia: 7.5
- Lengua: 8.5
- Tendrías que calcular la media de las 4, que es 29/4 = 7.25. Después, tienes que multiplicarlo por 0.4, que daría 2.9 y sumarlo a la nota media de bachillerato. Esta nota es también definitiva, y en principio se guarda para siempre. Pero no te preocupes, que puedes cambiarla.
- Por último, está la nota de la fase específica de selectividad. Esta fase también supone un 40% de la nota, los últimos 4 puntos. Funciona por un sistema de ponderación, y las asignaturas tienen más o menos valor dependiendo de la carrera a la que quieras acceder (pueden ponderar 0.2, 0.1 o nada). Sólo tienes que multiplicar la nota del examen por su ponderación. Esta nota se guarda sólo durante 2 años. Si al tercer año, por ejemplo, quieres cambiarte de carrera, sólo contarás con la nota de bachillerato y la fase general de selectividad.
¿Puedo presentarme a subir nota?
Si no has conseguido la nota de corte que necesitabas para tu carrera, puedes presentarte al año siguiente o en la próxima convocatoria a subir la media tanto de la fase general como la específica. Sin embargo, si tienes buena nota en la fase general y no te hace falta, no tienes que preocuparte; como hemos mencionado antes, se guarda definitivamente a menos que te presentes de nuevo.
¿Si me cambio de carrera tengo que volver a hacer selectividad?
No, siempre y cuando alcances la nota de corte. Si han pasado más de 2 años desde que te presentaste, por ejemplo, es recomendable que vuelvas a hacer los exámenes de la parte específica para tener mejor media. ¿Por qué? Porque esa nota desaparece. Si te cambias un año después o a una carrera que tenga un corte bajo, seguramente no te haga falta.