Tener nervios cuando se acerca el periodo de la selectividad es completamente normal, de ello deriva el estrés cuando te das cuenta que no sabes exactamente por dónde comenzar con los enormes temarios de cada asignatura. El tiempo es importante, y si no se sabe administrar de un modo correcto, puede repercutir negativamente en los resultados de las pruebas. Esto tiende a mezclarse con la incertidumbre por el futuro incierto que suelen desarrollarse en los periodos previos a las pruebas de acceso a la universidad. Todo ello puede derivarse a su vez en una etapa de excesivo estrés que llegue a afectar, incluso, y tal y como les ocurre cada año a miles de alumnos, a la salud.
Aquí tienes unos consejos esenciales para enfrentar a la selectividad, en cualquiera de sus nombres (PAU, EBAU, EVAU, PEBAU, ABAU), de la mejor forma posible:
Divide y organiza el temario
Todos los temas necesitan ser organizados y repartidos por fechas en las siguientes semanas de estudio. Es importante dedicarle al menos un par de horas a cada tema para asegurarse de hacer un repaso y estudio óptimo del contenido. Una vez tengas las fechas concretas de estudios, apúntalos en un calendario y activa recordatorios para no perderte de ningún tema.
Entiende y no memoriza
Probablemente ya lo hayas escuchado antes, pero memorizar no es tan útil a la hora de presentarse a exámenes. Por lo tanto, sin importar cómo de bien te vaya con cualquier tema, tienes que entender el porqué del proceso o el porqué de la solución, el comprender o darles cierto sentido a muchos conceptos ayuda a que el estudio sea mucho más ligero. Y por supuesto, ayuda, primero a entender el porqué de cada fórmula lógica, y después a memorizarla.
Que el ritmo de estudio sea como una carrera de fondo y no un esprint
La motivación muchas veces no es suficiente para mantener el ritmo de estudio. Necesitas pensar sobre todo a largo plazo para lograr entrar a la carrera que deseas. Se requiere de mucho esfuerzo, en los que cada día de estudio y repaso es un paso que te acerca más a tus objetivos y sueños. Lo importante no es estudiar mucho unos días y dejarlo aparcado otros, sino ser continuo y constante. El buen estudiante se parece más a un corredor de fondo que a un esprinter.
Descansa lo suficiente
Otro consejo para selectividad súper importante es el descanso. Si nuestro cuerpo no duerme la cantidad de horas que necesita para enfrentar al día siguiente, no vas a absorber la información a largo plazo. Aún siendo importante estudiar mucho, el descanso es igual de esencial para que puedas dar lo mejor de ti en este tiempo.
Prepárate con simulacros
Después de terminar con el estudio y repaso, te recomendamos hacer exámenes anteriores con modelos y con el límite de tiempo que va a durar en la selectividad. Coloca un temporizador e imagina que estás presentado la selectividad, responde como creas que debas a todas las preguntas y cuando termine el tiempo verifica todo, incluso si no te haya dado tiempo de finalizarlo, evalúa todo lo que tienes.
Si te vas a calificar hazlo de una manera cruda y realista, de nada sirve tener compasión o ver que todo lo que haces es totalmente correcto, para ello revisa las respuestas del examen realizado en internet y verifica tu avance.
Arriesga y no sacrifiques
Es normal que desees aportar toda tu atención a la selectividad, pero también necesitas despejarte de ello de vez en cuando. Para ello, evita saturarte, sal a caminar, hacer deporte o a compartir tiempo con amigos, evita agobiarte y obsesionarte en exceso. Así como dormir es importante, estudiar por un tiempo limitado también lo es, pasar demasiadas horas al día repasando y estudiando solo provocará cansancio y desesperación, llegando a un punto donde ya no puedas procesar bien la información, así que administra bien tu tiempo de estudio y de descanso.